Recoge y presenta experiencias de campesinos y asesores del Proyecto Checua, así como información proveniente de otros autores. Prácticas adecuadas de uso y manejo de suelos contribuyen a mantener su fertilidad y, por lo tanto, al desarrollo de cultivos sanos y fuertes que resistan mejor los éfectos negativos de plagas y enfermedades. Con esto se puede lograr una producción agrícola sostenible, menos riesgosa y que permita mayores utilidades, ya que el uso excesivo de agroquímicos, aparte de elevar los costos, contribuye a la contaminación de las fuentes de agua, los alimentos y los animales, y trae consigo la destrucción de la fauna del suelo, la cual es fuente de humus y fertilidad.