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ESTRATEGIA NACIONAL DE ECONOMIA CIRCULAR . CIERRE DE CICLOS DE MATERIALES, INNIVACION TECNOLOGIA, COLABORACION Y NUEVO MODELOS DE NEGOCIO

by GRUPO DIVULGACION DE CONOCIMIENTO Y CULTURA AMBIENTAL MINISTERIO DE AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE .
Type: materialTypeLabelBookPublisher: BOGOTA D.C COLOMBIA Jose Roberto Arango 2019 Description: PAG 86 ;GRAFICA, TEXTOS LIBRO .ISBN: 978-958-5551-15-2.Subject(s): | Summary: El Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022 “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”, del Gobierno del Presidente Iván Duque Márquez introduce con la Estrategia nacional de economía circular nuevos elementos para fortalecer el modelo de desarrollo económico, ambiental y social del país, a partir de la lógica de “producir conservando y conservar produciendo”. En línea con los fundamentos del desarrollo sostenible y tendencias internacionales, con la estrategia se promueve la eficiencia en el uso de materiales, agua y energía, teniendo en cuenta la capacidad de recuperación de los ecosistemas y el uso circular de los flujos de materiales. Esta estrategia es uno de los vehículos centrales para cumplir con las metas del Crecimiento Verde de aumentar la tasa de reciclaje y nueva utilización de residuos sólidos a nivel nacional hasta el 17,9%, y de reducir los gases efecto invernadero en un 20% en el año 2030, en el marco del Acuerdo de París1 (DNP, 2018). El principal aporte diferenciador del modelo de economía circular es su carácter sistémico y holístico para impulsar la transformación de los sistemas productivos, de esquemas lineales hacia modelos circulares. Esta transformación implica un proceso de cambio a través de diversas tipologías de innovaciones, que se manifiestan a diferentes niveles de los sistemas productivos; a nivel micro de empresas y productos; a nivel meso de cadenas de valor, parques industriales; y a nivel macro de ciudades, regiones y cuencas hidrográficas. El desarrollo de la Estrategia nacional de economía circular involucró un proceso de concertación entre diversos actores del sector público y privado, academia y sociedad civil, relacionados con la transformación de los sistemas productivos. Así mismo con la participación de distintos ministerios acompañados por el Departamento Nacional de Planeación -DNP y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE, han desarrollaron talleres regionales y jornadas sectoriales de concertación en diferentes ciudades del territorio nacional para socializar la propuesta de estrategia, identificar iniciativas existentes y conocer las barreras y oportunidades para escalar la transformación hacia la economía circular. Estas actividades de concertación han estado acompañadas de la firma del pacto nacional y los pactos regionales por la economía circular. A partir de las concertaciones en las diversas regiones y con sectores productivos, en la estrategia se plantean diferentes mecanismos de gestión y política pública a partir de los cuales las entidades del Estado facilitan la transformación hacia la economía circular: (i) innovación en mecanismos normativos que impulsan a empresas y nuevos emprendimientos a cambiar sus sistemas de producción y superan barreras para el cambio, (ii) la gestión de incentivos que promuevan procesos de transformación de sistemas industriales y agrícolas a través de apoyos en capacitación y asistencia técnica, (iii) la promoción de la investigación, la innovación y la generación de conocimiento, (iv) la cooperación internacional que facilita la transferencia de tecnología y experiencias de otros países, y (v) el desarrollo de un sistema de información sobre economía circular para el seguimiento a la implementación de la Estrategia y la medición del avance del país en la materia, a partir de datos y estadísticas científico-técnicas. Además de estos mecanismos de gestión y política pública, se enfatizan, a partir del diagnóstico del metabolismo de la economía colombiana, seis líneas de acción: (i) flujo de materiales industriales y productos de consumo masivo (ii) flujos de materiales de envases y empaques; (iii) flujos de biomasa; (iv) fuentes y flujos de energía, (v) flujo del agua; y (vi) flujos de materiales de construcción. Por cada una de estas líneas de acción se específican indicadores, metas de corto y largo plazo y acciones que convocan actores hacia la innovación en sus modelos de producción y consumo para convertirlos en modelos circulares. El alcance de las metas propuestas es coordinado a partir de una estructura organizativa compuesta por tres diferentes tipos de mesas de trabajo. Las mesas de trabajo por cada línea de acción prioritaria convocan a los grupos de interés para acordar un plan de acción que permita desarrollar iniciativas circulares. Las mesas de trabajo para los mecanismos de gestión y política pública, convocan a diversas entidades de gobierno involucradas en el desarrollo de mecanismos facilitadores de la economía circular. Las mesas regionales, se desarrollan en el marco de las comisiones regionales de competitividad e innovación y se coordinan a partir de los pactos regionales por la economía circular firmados. Adicionalmente, para la implementación de la estrategia se contempla el desarrollo de documentos técnicos especializados sobre líneas de acción y temáticas. El impulso de la economía circular trae beneficios económicos, ambientales y sociales. Los beneficios económicos de la economía circular son generados a partir de la valorización de los recursos en repetidos ciclos, lo que redunda en la reducción de costos de producción (Ellen MacArthur Foundation, 2014). Adicionalmente, estos beneficios incluyen la apertura de nuevos mercados a partir del consumo sostenible, la atracción de nuevas fuentes de financiación, la innovación en nuevos productos y modelos de negocios y sistemas de infraestructura sostenible. Agencias internacionales como el Foro Económico Mundial estiman que la economía circular representa globalmente beneficios económicos por 380 mil millones de dólares al año (Ellen MacArthur Foundation, 2014). De acuerdo con lo anterior se estima que en Colombia el potencial de la economía circular podría alcanzar 11,7 mil millones de dólares anuales en ahorros de materiales y oportunidades de nuevos negocios, así como la generación de encadenamientos y el fortalecimiento de cadenas de valor, como uno de los factores generadores de productividad. Los beneficios ambientales incluyen la reducción en la extracción de materias primas, disminuyendo la presión sobre los recursos naturales y los servicios ecosistémicos, la transición de un consumo energético basado en combustibles fósiles a uno con mayor participación de energías renovables; la reducción de residuos y emisiones de gases de efecto invernadero,conservación de fuentes de recursos y uso eficiente del agua (Ellen MacArthur Foundation, 2014). Estos beneficios aportarán a las metas de Colombia en cuanto a reducción de gases de efecto invernadero y uso de sustancias tóxicas, pactados en el Acuerdo de Paris (Higgins, Escobar, & López, 2016), entre otros compromisos de país. Los beneficios sociales de la economía circular se muestran en el cambio cultural hacia un nuevo paradigma de circularidad en la producción y consumo, acompañado y apalancado por la generación de masa crítica sobre el manejo de residuos y el poder del consumo sostenible, con enfoque en la prevención de la generación de residuos y la separación en la fuente. Se trata de impulsar la toma de conciencia de que todos los ciudadanos son responsables de la gestión y conservación de los recursos naturales y la calidad de vida de los demás, a partir de sus hábitos de consumo y sus procesos de producción. Otros impactos sociales involucran la inclusión de recicladores de oficio en esquemas de retorno de los materiales al ciclo productivo y la generación de empleos que surgen de nuevos modelos de negocio y mercados. Para 2018 en Colombia 129.583 empleos estuvieron asociados a actividades ambientales. De esos, 79.187 se consideran empleos verdes (cerca del 0,3% de los ocupados, para ese periodo de referencia) (DANE, 2019). Como parte de la implementación de los compromisos definidos en la Política de crecimiento verde, Colombia se convierte durante el Gobierno del Presidente Iván Duque Márquez, en el primer país de América Latina en contar con una Estrategia nacional de economía circular, a partir de la lógica de “producir conservando y conservar produciendo”. Se trata de construir un modelo de crecimiento de los ingresos y del bienestar, dentro una estrategia de utilizar menos recursos (materia prima, energía y agua) y generar mayor valor agregado. La Estrategia introduce una nueva lógica para desarrollar nuevos modelos de negocio, apalancándose en el liderazgo ambiental para generar mayor productividad, transformación y competitividad en la economía.
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El Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022 “Pacto
por Colombia, Pacto por la Equidad”, del Gobierno
del Presidente Iván Duque Márquez introduce con
la Estrategia nacional de economía circular nuevos
elementos para fortalecer el modelo de desarrollo
económico, ambiental y social del país, a partir
de la lógica de “producir conservando y conservar
produciendo”. En línea con los fundamentos del
desarrollo sostenible y tendencias internacionales,
con la estrategia se promueve la eficiencia en el uso
de materiales, agua y energía, teniendo en cuenta la
capacidad de recuperación de los ecosistemas y el
uso circular de los flujos de materiales. Esta estrategia
es uno de los vehículos centrales para cumplir con las
metas del Crecimiento Verde de aumentar la tasa de
reciclaje y nueva utilización de residuos sólidos a nivel
nacional hasta el 17,9%, y de reducir los gases efecto
invernadero en un 20% en el año 2030, en el marco
del Acuerdo de París1
(DNP, 2018).
El principal aporte diferenciador del modelo de
economía circular es su carácter sistémico y holístico
para impulsar la transformación de los sistemas
productivos, de esquemas lineales hacia modelos
circulares. Esta transformación implica un proceso de
cambio a través de diversas tipologías de innovaciones,
que se manifiestan a diferentes niveles de los
sistemas productivos; a nivel micro de empresas y
productos; a nivel meso de cadenas de valor, parques
industriales; y a nivel macro de ciudades, regiones y
cuencas hidrográficas.
El desarrollo de la Estrategia nacional de economía
circular involucró un proceso de concertación
entre diversos actores del sector público y privado,
academia y sociedad civil, relacionados con la
transformación de los sistemas productivos. Así
mismo con la participación de distintos ministerios
acompañados por el Departamento Nacional de
Planeación -DNP y el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística -DANE, han desarrollaron
talleres regionales y jornadas sectoriales de
concertación en diferentes ciudades del territorio
nacional para socializar la propuesta de estrategia,
identificar iniciativas existentes y conocer las barreras y
oportunidades para escalar la transformación hacia la
economía circular. Estas actividades de concertación
han estado acompañadas de la firma del pacto
nacional y los pactos regionales por la economía
circular.
A partir de las concertaciones en las diversas
regiones y con sectores productivos, en la estrategia
se plantean diferentes mecanismos de gestión y
política pública a partir de los cuales las entidades
del Estado facilitan la transformación hacia la
economía circular: (i) innovación en mecanismos
normativos que impulsan a empresas y nuevos
emprendimientos a cambiar sus sistemas de
producción y superan barreras para el cambio, (ii) la
gestión de incentivos que promuevan procesos de
transformación de sistemas industriales y agrícolas
a través de apoyos en capacitación y asistencia
técnica, (iii) la promoción de la investigación,
la innovación y la generación de conocimiento,
(iv) la cooperación internacional que facilita la
transferencia de tecnología y experiencias de
otros países, y (v) el desarrollo de un sistema de
información sobre economía circular para el
seguimiento a la implementación de la Estrategia
y la medición del avance del país en la materia, a
partir de datos y estadísticas científico-técnicas.
Además de estos mecanismos de gestión y política
pública, se enfatizan, a partir del diagnóstico del
metabolismo de la economía colombiana, seis
líneas de acción: (i) flujo de materiales industriales y
productos de consumo masivo (ii) flujos de materiales
de envases y empaques; (iii) flujos de biomasa; (iv)
fuentes y flujos de energía, (v) flujo del agua; y (vi) flujos
de materiales de construcción. Por cada una de estas
líneas de acción se específican indicadores, metas de
corto y largo plazo y acciones que convocan actores
hacia la innovación en sus modelos de producción y
consumo para convertirlos en modelos circulares.
El alcance de las metas propuestas es coordinado
a partir de una estructura organizativa compuesta
por tres diferentes tipos de mesas de trabajo. Las
mesas de trabajo por cada línea de acción prioritaria convocan a los grupos de interés para acordar un
plan de acción que permita desarrollar iniciativas
circulares. Las mesas de trabajo para los mecanismos
de gestión y política pública, convocan a diversas
entidades de gobierno involucradas en el desarrollo
de mecanismos facilitadores de la economía circular.
Las mesas regionales, se desarrollan en el marco de las
comisiones regionales de competitividad e innovación
y se coordinan a partir de los pactos regionales por
la economía circular firmados. Adicionalmente, para
la implementación de la estrategia se contempla el
desarrollo de documentos técnicos especializados
sobre líneas de acción y temáticas.
El impulso de la economía circular trae beneficios
económicos, ambientales y sociales. Los beneficios
económicos de la economía circular son generados a
partir de la valorización de los recursos en repetidos
ciclos, lo que redunda en la reducción de costos de
producción (Ellen MacArthur Foundation, 2014).
Adicionalmente, estos beneficios incluyen la apertura
de nuevos mercados a partir del consumo sostenible,
la atracción de nuevas fuentes de financiación,
la innovación en nuevos productos y modelos de
negocios y sistemas de infraestructura sostenible.
Agencias internacionales como el Foro Económico
Mundial estiman que la economía circular representa
globalmente beneficios económicos por 380
mil millones de dólares al año (Ellen MacArthur
Foundation, 2014). De acuerdo con lo anterior se
estima que en Colombia el potencial de la economía
circular podría alcanzar 11,7 mil millones de dólares
anuales en ahorros de materiales y oportunidades
de nuevos negocios, así como la generación de
encadenamientos y el fortalecimiento de cadenas
de valor, como uno de los factores generadores de
productividad.
Los beneficios ambientales incluyen la reducción
en la extracción de materias primas, disminuyendo
la presión sobre los recursos naturales y los servicios
ecosistémicos, la transición de un consumo energético
basado en combustibles fósiles a uno con mayor
participación de energías renovables; la reducción de
residuos y emisiones de gases de efecto invernadero,conservación de fuentes de recursos y uso eficiente
del agua (Ellen MacArthur Foundation, 2014). Estos
beneficios aportarán a las metas de Colombia en
cuanto a reducción de gases de efecto invernadero
y uso de sustancias tóxicas, pactados en el Acuerdo
de Paris (Higgins, Escobar, & López, 2016), entre otros
compromisos de país.
Los beneficios sociales de la economía circular se
muestran en el cambio cultural hacia un nuevo
paradigma de circularidad en la producción y consumo,
acompañado y apalancado por la generación de masa
crítica sobre el manejo de residuos y el poder del
consumo sostenible, con enfoque en la prevención
de la generación de residuos y la separación en la
fuente. Se trata de impulsar la toma de conciencia
de que todos los ciudadanos son responsables de
la gestión y conservación de los recursos naturales
y la calidad de vida de los demás, a partir de sus
hábitos de consumo y sus procesos de producción.
Otros impactos sociales involucran la inclusión de
recicladores de oficio en esquemas de retorno de
los materiales al ciclo productivo y la generación de
empleos que surgen de nuevos modelos de negocio
y mercados. Para 2018 en Colombia 129.583 empleos
estuvieron asociados a actividades ambientales. De
esos, 79.187 se consideran empleos verdes (cerca del
0,3% de los ocupados, para ese periodo de referencia)
(DANE, 2019).
Como parte de la implementación de los compromisos definidos en la Política de crecimiento verde,
Colombia se convierte durante el Gobierno del Presidente Iván Duque Márquez, en el primer país de
América Latina en contar con una Estrategia nacional
de economía circular, a partir de la lógica de “producir conservando y conservar produciendo”. Se trata de
construir un modelo de crecimiento de los ingresos
y del bienestar, dentro una estrategia de utilizar menos recursos (materia prima, energía y agua) y generar mayor valor agregado. La Estrategia introduce una
nueva lógica para desarrollar nuevos modelos de negocio, apalancándose en el liderazgo ambiental para
generar mayor productividad, transformación y competitividad en la economía.

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