Durante los últimos 10 años el desarrollo urbano del área metropolitana se ha concetrado principalmente en las áreas localizadas al norte y sur de Bucaramanga y en los Municipios de Floridablanca y Girón. Las nuevas urbanizaciones fueron entregando sus aguas residuales directamente a las quebradas aledañas, produciendo altos niveles de contaminación hídrica en detrimento de la calidad de vida de la población allí asentada. Estas quebradas que en su mayoría cruzan al área urbana sin un aislamiento físico adecuado, generan graves problemas organolépticos y altos riesgos para la salud pública.